Austin Dillon reaviva la historia en la NASCAR

2018 feb. 18, 2018

Como si la narrativa de la NASCAR fuera inexorablemente cíclica, la edición No. 60 de las “500 Millas de Daytona” reflejó la controversia y dramatismo que ha caracterizado a la categoría durante gran parte de su historia.

En un jornada cuyos favoritos a la victoria se involucraron en accidentes y en el que la definición requirió un tiempo extra, Austin Dillon logró su primera victoria en la carrera más importante de la Cup Series, días después de cumplirse 20 años de la visita popular de Dale Earnhardt y el auto No. 3 al Círculo de Ganadores.

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El nieto de Richard Childress hizo lo que tenía que hacer para inscribir su nombre en la historia de la llamada “Great American Race”: manejar de forma conservadora en el arranque, aprovechar las complicaciones de sus rivales y pelear ante los sobrevivientes cuando importaba. En la última vuelta, con la agresividad que los participantes demostraron para superar y defender, apartó del camino a Aric Almirola para apropiarse del primer lugar.

Dado el antecedente que se forjó durante todo el día, en su opinión era una de las dos alternativas posibles. La otra era entregarle la victoria al nuevo integrante de Stewart-Haas Racing.

Aún así, al bajarse de su vehículo, entre la algarabía del público, le tomó unos segundos asimilar el hecho de emular al legendario Earnhardt, en el 17° aniversario de su accidente fatal en el superóvalo de Florida.

“Ahora, solo quiero agradecer al Señor”, expresó. “Teníamos el impulso, y me mantuve con el acelerador. Así son las cosas aquí, en Daytona. Ésta va por Dale Earnhardt Sr. y por todos sus aficionados”.

Dillon, campeón de la Truck Series en 2011 y de la Xfinity Series en 2013, lideró únicamente la última vuelta de la carrera, suceso que ocurre por segundo año consecutivo con el vencedor; además, es su segundo triunfo en la categoría, lo que le significa el pase automático a los playoffs que arrancarán el próximo otoño.

Daytona también le dio una gran satisfacción a Darrell Wallace Jr., quien en su quinto arranque en la categoría y con Richard Petty Motorsports, aprovechó el desconcierto para finalizar en segundo sitio, convirtiéndose en el afroamericano mejor ubicado en la historia del evento.

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El originario de Mobile, Alabama, también vivió momentos de fama durante el día, al recibir un mensaje de Lewis Hamilton por Twitter y una llamada del ex beisbolista Hank Aaron en la previa, que lo motivó para manejar inteligentemente en el grupo delantero en gran parte del recorrido y ser candidato para la bandera a cuadros. En el final, superó por dos milésimas a Denny Hamlin.

“Es una experiencia increíble para mí poder estar aquí”, comentó. “Tuvimos algo de momentum y lo vencimos, entonces eso está bien. La Daytona 500 deja eso de lado, mis nervios están a flor de piel“.

Joey Logano y Chris Buescher completaron el Top 5, en un evento en el que 10 de los 40 coches terminaron en la vuelta del líder y 25 vieron la bandera a cuadros.

Todo tipo de vaivenes se atestiguaron en las 207 vueltas completadas, con tandas de hasta 65 giros bajo bandera verde y ocho encadenamientos, cuya mayoría fue causada por accidentes. El primero de ellos llegó en la conclusión de la primera de tres etapas, cuando un enorme bloqueo de Ricky Stenhouse Jr. derivó en un golpe entre nueve autos, incluyendo a Jimmie Johnson y a Daniel Suárez, quien luchaba por los primeros lugares.

El mexicano de Joe Gibbs Racing fue uno de los que no ocultó su frustración por la agresividad que mostraron algunos pilotos en la parte inicial de la competencia, misma que no pudo concluir por segundo año consecutivo.

«Las cosas se estaban volviendo un poco locas al final de la etapa”, dijo. “Los muchachos hicieron un gran trabajo en el auto. Pensé que estaría más seguro ahí (en el frente). Creo que esto fue un poco más agresivo demasiado temprano».

La segunda gran carambola se suscitó en la vuelta 103, nuevamente a causa de los movimientos defensivos y ofensivos en las primeras plazas. Siete coches resultaron dañados, involucrando a Martin Truex Jr., campeón reinante de Cup, Brad Keselowski, favorito en las apuestas de Las Vegas, Kevin Harvick y Danica Patrick, quien no pudo cerrar su etapa como piloto de NASCAR de la mejor manera.

“Siento que fuimos competitivos”, comentó la originaria de Roscoe, Illinois. “No éramos el auto más rápido, pero era competitivo. Eso era importante (…). Estoy triste de que haya finalizado de esa forma”.

Después, el trámite de la prueba se concentró en delinear estrategias, formar alianzas y no cometer errores para tener una oportunidad para ganar. Ryan Blaney fue el hombre a vencer, al liderar 118 giros, mientras el poleman Alex Bowman, Kurt Busch y Denny Hamlin (quienes se recuperaron de problemas en pits) se volvieron sus principales amenazas.

Sin embargo, el desastre volvió en el penúltimo paso por meta original cuando Blaney, integrante de Team Penske, sacó del camino a Busch y generó un choque de 12 autos.

Así se formó el escenario final, en el que Almirola tenía que defenderse del ataque de Hamlin, Dillon y Buescher, pero en el que estaba consciente de que podía ser víctima de una situación como la que le pasó en la definición.

“Mi corazón está roto”, expresó. “Era la última vuelta y todos intentábamos ganar la Daytona 500. Es la carrera más grande del año y es una que cambia tu carrera, así que estábamos corriendo muy agresivamente. Hice toda maniobra que sabía para seguir en el liderato y, desafortunadamente, no pude mantenerme”.

Dillon es el 39° piloto en ganar las “500 Millas de Daytona” y el noveno diferente en los últimos nueve años. Richard Childress Racing se anotó su tercer éxito, después del de Earnhardt en 1998 y el de Kevin Harvick en 2007; este último también ocurrió en un 18 de febrero. Es el triunfo No. 24 de Chevrolet, motorista que estrenó el modelo Camaro ZL1 y que tuvo más representantes en la carrera.

Dillon (centro) es nieto de Richard Childress (izq.), uno de los propietarios más exitosos de la categoría.
Dillon (centro) es nieto de Richard Childress (izq.), uno de los propietarios más exitosos de la categoría.

Los autos con el No. 3 y 43, quizá los más icónicos en la historia del serial, se apropiaron de las primeras dos posiciones.

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Así fue como dio comienzo la temporada de NASCAR, que también entregó como ganadores a Tyler Reddick y Johnny Sauter en Xfinity y Trucks, respectivamente; la próxima semana, las tres divisiones nacionales tendrán actividad en el óvalo de Atlanta.

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