Combustión vs. eléctrico, ¿qué diferencias hay en cuanto al mantenimiento?

Historial • jul. 19, 2015

Sabemos que los autos eléctricos suponen un ahorro en combustible, ¿pero qué hay del mantenimiento? Aún no tenemos claro si comprar un coche eléctrico nos acabará saliendo más caro o más barato que uno convencional. Es cierto que suponen un gasto inicial mayor porque tienen un precio de compra más elevado, pero también tenemos que tener en cuenta el gasto de mantenimiento a lo largo de los años, algo que acaba siendo determinante.

Los motores eléctricos, comparados con los de gasolina tienen una fabricación más sencilla y además tienen una vida útil considerablemente mayor (sin contar la batería). Una de las razones es que hay menos componentes mecánicos que friccionan entre sí y varían de temperatura en el motor eléctrico, por lo que los componentes están expuestos a un desgaste menor. Por tanto, las sustituciones y revisiones regulares de un motor convencional, no son necesarias en los motores eléctricos.

COSTOS DE MANTENIMIENTO:
En un motor eléctrico no hay que cambiar aceite ni filtro de aceite, tampoco hay que cambiar filtro de aire, ni filtro de combustible, no hay bujías ni precalentadores, no hay embrague que se pueda gastar, no hay tubos de escape, ni tampoco correa de distribución que sustituir, tampoco silenciador ni catalizador para el filtro de partículas, elementos que en uno de combustión tenemos que mantener y sustituir cada cierto tiempo.

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Algo que sí vamos a desgastar, como es obvio, son los neumáticos (Nissan recomienda su rotación cada seis meses) y los frenos, aunque el sistema de frenos se va a desgastar menos que en un auto convencional porque los autos eléctricos (y los híbridos) utilizan la llamada frenada regenerativa. ¿En qué consiste? En estos motores se aprovecha la retención del motor eléctrico para frenar el coche y a la vez para generar un poco de electricidad con la que recargar la batería, es por eso por lo que la mayoría de las veces nuestro coche se detiene sin tener que utilizar los frenos tradicionales con lo que vamos a tardar mucho más en desgastarlos. De hecho, los discos y pastillas van a durar casi el doble.

LIMITACIONES ACTUALES
Algunas de las limitaciones actuales de los autos eléctricos es que aún existe poca infraestructura para la recarga eléctrica, la autonomía es limitada, existe desconfianza por parte del consumidor y el precio inicial es más alto que el de un coche similar con motor de combustión.

En cuanto a los puntos de recarga, debido a que aún hay pocos instalados en las ciudades, se hace imprescindible instalar un punto de recarga en nuestra plaza de garaje, aunque si tu casa es independiente, un enchufe puede servirte. Por eso su instalación es un gasto a tener en cuenta. De todas formas, algunas marcas ofrecen la instalación gratuita, infórmate sobre este punto.

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Uno de los motivos por los que los autos eléctricos siguen siendo más caros tienen que ver con el número de unidades eléctricas que se producen en comparación con unidades convencionales. Por fuerza, algo que se produce en menor cantidad va a resultar más caro pues los costos no están tan repartidos.

Como ahora mismo aún se producen pocos motores eléctricos, pocas baterías de tracción para autos, cargadores para autos, etc, el coste de fabricación de un auto eléctrico es aún mayor que el uno convencional. Pero esto va a ir cambiando a medida que el número de autos eléctricos fabricados vaya creciendo, y los precios se irán equiparando. Hasta que ese momento llegue, en algunos países el Estado incentiva su compra aportando ayudas al comprador para ayudar a que esta tecnología se desarrolle.

VENTAJAS
La principal ventaja es, por supuesto, el ahorro en combustible que suponen los autos eléctricos. Si nos paramos a pensar cuánto gastamos en diésel o gasolina a lo largo de un mes, y eso lo multiplicamos por los doce meses del año, y a su vez por los años de vida de un vehículo, es posible que nos sorprenda lo elevado de este gasto. En un auto eléctrico, el gasto en electricidad necesariamente va a ser mucho menor.

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Por otro lado, los motores de combustión son mucho menos eficientes. La termodinámica impone un límite en la eficiencia de un ciclo térmico y el mismo motor supone más ineficiencia, entre otras cosas por la fracción interna que ya mencionamos anteriormente, lo que hace que se pierda más energía además de suponer un desgaste. ¿Esto qué quiere decir? Para que lo veamos más claro; un motor de combustión tiene un eficiencia aproximada del 20 o 25%, en uno eléctrico, la eficiencia es del 95%. La ventaja es que al ser mucho más eficiente, el coste por km es mucho menor, es decir consume menos por hacer lo mismo.
Otro punto a tener en cuenta es que, normalmente, el precio del seguro de un auto eléctrico es menor que el de uno convencional, aunque no siempre. Pero es un punto positivo a considerar.

EL GRAN “PERO”, LAS BATERÍAS ELÉCTRICAS
Lo primero que debemos saber con respecto a las baterías es que a la hora de comprar un auto eléctrico, hay dos opciones:
-Compras el auto y la batería (que te pertenece) por tanto el costo es un poco más alto.
-Compras el auto y alquilas la batería (que le pertenece a la marca y tu le pagas mensualmente el alquiler) con un costo del auto menor. En este caso, la batería pertenece a la marca y responde por ella durante toda la vida del vehículo, por lo que si se avería o deteriora es la marca quien se encarga de sustituirla por una nueva sin coste para ti.

Hay que considerar que las baterías tienen una vida útil (como la de tu celular) y puede llegar el momento en el que la capacidad de carga disminuya y no cargue tanto como antes. En general, la vida útil de una batería es de al menos 160.000 a 200.000 km. y las marcas suelen asegurarlas por 5 o 7 años.

Aquí hay que tener en cuenta que si compraste el auto parcialmente (sin la batería), la marca será quien se haga cargo de los costos de sustitución, pero si compraste el auto completo serás tú quien tenga que costear la sustitución. En EEUU, por ejemplo, Nissan indica que cambiar la batería del Leaf (eléctrico) tendrá un costo aproximado de unos 5.400 dólares, impuestos incluidos y a cambio de entregar la batería vieja, que puede ser reciclada.

En el futuro las baterías serán más duraderas y no habrá que sustituirlas hasta pasados algunos años más. De hecho, ya se venden baterías de última generación que pueden durar hasta 1 millón de km. Por ahora, solo se la pueden permitir los fabricantes de autos exclusivos, pero irán bajando de precio e irán siendo más asequibles.

Fuente: motorpasionfuturo, xataka