Datos a tener en cuenta para viajar en bicicleta

La bicicleta se transformó en un medio alternativo para muchas personas en los últimos años. Por eso importante saber las normas de convivencia con otros vehículos, peatones  y comportamiento correcto tanto de ciclistas como de conductores motorizados.

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Al igual que en otras grandes ciudades del mundo, en Buenos Aires la utilización de la bicicleta como medio de transporte alternito creció considerablemente en los últimos años, principalmente por el incentivo del Gobierno que implementó de ciclovías y hasta un sistema de “alquiler” gratuito con paradas establecidas en diferentes puntos de la ciudad.

Ante tal crecimiento también hay que repasar algunas normas generales para una mejor convivencia entre los ciclistas, los conductores motorizados y los peatones.

LA BICICLETA Y EL CASCO

Según estudio realizado por el Centro de Investigación y Seguridad Vial (CESVI) relevó que a pesar de que el casco es un elemento de protección primordial, 8 de cada 10 conductores no lo utilizan. La entidad realizó una encuesta a más de 250 usuarios de los centros EcoBici, donde ofrecían cascos, para conocer por qué es tan baja la adopción de este elemento especialmente cuando se utiliza bicicleta pública. Si bien las respuestas fueron variadas, el 41% manifestó desconocer que existía la posibilidad de llevarse un casco a préstamo o no se lo habían ofrecido en esa oportunidad. La segunda respuesta más frecuente fue que desconocían que los ciclistas deben usar casco. El 14% reconoció que no lo utiliza porque le resulta incómodo, y en menos medida están los que no lo utilizan porque viajan pocas cuadras.

Antes de elegir un casco hay que tener en cuenta que para que ofrezca la protección adecuada tiene que ser de la talla del usuario y estar correctamente abrochado. Lo mejor es tener uno propio, aunque se utilice el sistema público de bicicletas.

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QUIÉN TIENE PRIORIDAD

Aunque sean de tracción a sangre, las bicicletas son vehículos; por lo tanto, sus conductores deben respetar todas las normas de conducción y circulación. Y antes que nada, según el Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, todo conductor está obligado en cualquier circunstancia a ceder el paso a los peatones.

El mismo estudio del CESVI arrojó la estadística que el 65 por ciento de los ciclistas no respeta la prioridad de paso de los peatones. Además, no deben invadir la senda peatonal al detenerse en una intersección.

Un consejo en el caso de que el ciclista deba cruzar la calle como los peatones para continuar la bicisenda y no exista demarcación verde de cruce para hacerlo, es descender del vehículo y realizar el cruce caminando por la senda peatonal.

POR DÓNDE CIRCULAR

Lógicamente en los tramos con bicisendas, los ciclistas deben circular exclusivamente por ellas, ya que estas permiten atravesar más de 20 barrios porteños en tiempos similares a los que se obtienen si se recorre en auto o transporte público, y con un mayor nivel de seguridad. No obstante, en los lugares que la ciclovia sea menos notoria y se identifica con el símbolo de la bicicleta sobre una baldosa la convivencia de ciclistas y peatones tiene que ser sumamente cuidadosa.

Por otra parte, los usuarios de bicicletas tienen que respetar los semáforos, y el trabajo del CESVI demostró que el 65 por ciento de los ciclistas lo hace.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que no hay que transitar por las veredas que no posean bicisenda, únicamente los menores de 12 años están habilitados para hacerlo, y estos a su vez únicamente podrán circular por la calzada si están acompañados por otro ciclista cuya edad no sea inferior a los 18 años (LEY Nº 2148/06 – CABA).

Dentro de la infraestructura para los ciclistas hay que reconocer que hay bicisendas con separaciones físicas (con cordones) y demarcadas en la calle (con pintura), y salvo casos excepcionales los automovilistas, motociclistas o algún transporte público (taxis o colectivos) no deben invadirlas.

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PELIGROS

Así como las bicesendas son una solución, todavía se registran múltiples inconvenientes en ellas. Por ejemplo existen sectores cercanos a los cordones que presentan una pendiente que complica la circulación. También se pueden encontrar rampas de la calzada, construidas de forma clandestina, para que los vehículos puedan ascender a la vereda. Además de ser físicamente agresivas para los ciclistas, no están señalizadas.

Otra queja de los usuarios de las ciclovías son los contenedores de residuos que invaden parcialmente la traza o directamente los vecinos desplazan los contenedores desde los sectores asignados a la ciclovía para que no estorben en su vereda.

Asimismo, hay que tener precaución con las alcantarillas, que son un riesgo para los ciclistas. Al ser de metal y encontrarse, por lo general, mojadas, no ofrecen una adecuada adherencia. Otros peligros que se pueden encontrar con la invasión por otra de otros vehículos e incluso peatones, lomos de burro que no se retiraron y en algunos tramos hay plantas, ramas y árboles que invaden parcialmente el carril de circulación de las bicicletas.

CONSEJOS PARA LA SEGURIDAD

Algunas prácticas cotidianas pueden hacer el viaje en bicicleta más seguro. CESVI recomienda que antes de salir planificar la ruta, utilizar siempre el casco, vestir ropa clara (en lo posible, usar chaleco reflectivo, sujetar el manubrio con ambas manos y con la derecha mantenga dos dedos (el índice y el mayor) apoyados en el freno, no utilizar celular ni auriculares, anticipar las movimientos utilizando los brazos y el timbre, de noche usar luces y si no hay ciclovía, circular en sentido del tránsito.

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