Dekotora: así se tunean los camiones en Japón

dekotora • ago. 17, 2015

¿Quién dice que el tuning es solo para vehículos menores? Hace algunos años, en Japón se dieron cuenta que esta práctica podía ser más atractiva y vistosa en unidades más grandes gracias a algunas series y películas niponas. Así nació el ‘Dekotora’, un tipo de decoración de camiones y/o buses que se distingue por sus excéntricos diseños.

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Seamos sinceros. Muchos de los tuneos que hacemos a nuestros vehículos derivan de series de televisión o películas que, particularmente o en masa, nos impresionaron: el estilo del Dodge Charger de Toretto, el Ford Escort de Paul Walker o Bumblebee, por ejemplo.

De la misma forma en la década de los 70, en Japón se hizo popular la película ‘Torakku Yaro’, un largometraje cuyo formato era muy parecido al de series actuales como ‘Camioneros sobre hielo’ o ‘Rutas mortales’. El protagonismo se lo repartían un conductor que recorría casi toda la isla a bordo de su vehículo pesado, las pericias del camino y camiones tuneados con diseños muy extravagantes.

Tal fue el éxito del filme que muchos japoneses querían abandonar sus trabajos para convertirse en conductores de un camión con estrambótico ‘look’. El hecho también motivó la creación de series niponas que se enfocaban en la vida de los camioneros y la difícil tarea que debían realizar cada día, muchas veces, llena de peligros.

La cultura de personalización de camiones tomó fuerza en los 90 con llegada de ‘Gundam’, una serie animada japonesa basada en peleas bélicas entre humanos a bordo de robots tipo transformers, de los que algunos tomaban su forma a través de camiones.

Todos estos eventos crearon y reforzaron el fenómeno ‘Dekotora’ en el país del sol naciente, cuya traducción quiere decir “decoración de camiones”. Muchos camioneros lo tomaron como un verdadero hobby, mientras que otros competían por tener el ‘más tuneado’ o el ‘más ostentoso’.

¿Cuáles son sus principales modificaciones?

El Dekotora tiene tantos agregados que puede tardar años terminar uno. Exteriormente, por ejemplo, los retrovisores deben sobresalir casi un metro delante del parabrisas. La carrocería puede ir cubierta con diversos metales brillantes o pintura de color muy llamativa con detalles cromados. No pueden faltar las luces neón, bombillas de colores y algunas extensiones más en otras partes de la unidad.

El interior tampoco se queda atrás. Es común ver un rediseño del habitáculo con tapizados de colores vivos o excéntricos diseños con los viejos templos japoneses. También se pueden incluir pantallas LCD o LED, cantidad de parlantes de distintos tamaños, entre otras peculiaridades. Al final, el gasto puede llegar a los millones de yenes que asciende a través del tiempo con el funcionamiento y mantenimiento de sus distintos elementos. Una locura.