Dodge Hellcat Vapor: el deportivo con lanzamisiles de la US Air Force

Dodge abr. 13, 2015

Las fuerzas armadas son generadores de nuevas tecnologías. Sistemas que hoy son de uso común en el universo automotor (desde la tracción integral hasta el GPS) fueron creados con fines militares. Los países que tienen más presupuesto para investigar en este campo van a la vanguardia en la carrera por desarrollar modernos sistemas y entre ellos los Estados Unidos marcan el camino, también en materia automotriz.

La Fuerza Aérea de ese país tiene una división especial denominada Proyecto Supercars, espacio que, como su nombre lo indica, se dedica al desarrollo de súper autos. Su último exponente, creado en conjunto con el preparador Galpin Auto Sport, es el Dodge Hellcat Vapor, un auto de estética intimidante, de negra presencia, que se anticipa como una eficaz máquina de guerra.

Los ingenieros militares y civiles se ocuparon de desarmar completamente el Dodge Charger R/T que se utilizó como base para aplicarle las modificaciones específicas. La carrocería cuenta con paneles de kevlar y fibra de carbono (materiales que también se aplican en las llantas) y está recubierta por una pintura anti radares. Las puertas abren al estilo alas de gaviota y cada una cuenta con un sistema biométrico que reconoce a las personas autorizadas a abordarlo por sus huellas digitales. Equipa dispositivos de visión nocturna y cámara de 360 grados instalada en el techo para monitoreo y vigilancia.

En el interior no hay nada que haga sospechar que se trata de un auto. Tres pantallas se ocupan de transmitir la información del exterior, funciones de comunicación y demás parámetros de funcionamiento.
Hay dos posiciones de conducción: piloto y copiloto tienen cada uno su volante, una solución para mantener el vehículo activo en el caso de que alguno de ellos quede imposibilitado …

Entre las butacas aparece una palanca para gestionar el poder del motor cuyo diseño es similar al de los aviones, de modo que queda en sintonía con los “timones” de conducción.

Desde las pantallas también se opera el arsenal misilístico que se almacena en el baúl.
Mad Max, James Bond y hasta Batman estarían encantados con uno de estos modelos. El Dodge Hellcat Vapor es imponente, sofisticado y, por sobre todo, ¡real! Si alguien pensaba que se trataba de una maqueta, pues lamento decirle que estaba equivocado. La verdad, prefiero los autos que no tienen armas.

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