La historia de los autos eléctricos
Por muy increíble que parezca, la historia de la movilidad eléctrica inicia en los estertores del siglo XIX. Justo cuando empezaba su andar la incipiente trayectoria de la combustión interna, la que todos manejamos y que no será fácil desplazar en virtud de su indivisible conexión con una economía mundial totalmente petrolizada. Esta es la historia de los autos eléctricos.
Más en Motorbit: Mercedes-Benz y sus 5 superdeportivos más famosos
INICIO DE LOS AUTOS ELÉCTRICOS
En esos mismos parajes, Robert Davidson ideó una locomotora capaz de moverse 2 kms a 6 km/hr arrastrando seis toneladas de peso, aunque después de esto, necesitaba baterías nuevas. Los empleados de ferrocarril sintieron amenazada su fuente de trabajo alimentando las calderas de las locomotoras a vapor y en un arranque medieval destruyeron la “máquina diabólica” de Davidson.
SIGUIENTE PASO
Tuvo que llegar 1859 para que las baterías recargables vieran la luz; un paso importantísimo para que naciera la idea de un auto eléctrico como lo conocemos hoy en día.
Y no fue sino hasta 1890 que William Morrison –curiosamente, también escocés-, un local de Des Moines, Iowa, presentó la primera patente de la que se tiene registro para un auto eléctrico construido en 1887. De tracción delantera, 4 hp y una velocidad tope de 32 km/hr, contaba con 24 baterías de celda que necesitaban ser recargadas cada 80 kms.
Más en Motorbit: Porsche vuelve a ganar en estudio de JD Power
CONTINÚA EL CAMINO
Para 1894, Pedro Salom y Henry G. Morris obtienen la patente de lo que sería el primer vehículo eléctrico comercial en Filadelfia, muy lento y pesado; cargaba cerca de 800 kgs de baterías. Con esto, consiguieron los contratos para proveer pequeñas flotas en Nueva York y Baltimore. Se construyeron más de 1,000 unidades antes de la disolución de la compañía en 1907.
Para 1899, el belga Camile Jenatzy introduce al medio de las carreras este tipo de vehículos al construir “La jamais contente” (La nunca satisfecha) con silueta de torpedo, el primer vehículo en romper la barrera de los 100 kms/hr.
EL PUNTO DE INFLEXIÓN
Cuando Henry Ford arma su línea de producción para el Ford T, baja los costos para conseguir un precio de venta de 850 dólares.
Los autos eléctricos costaban cuando menos el doble, lo que provocó el declive de este tipo de vehículos y el empoderamiento del motor de combustión interna. Aunque en 1923 tuvieron un ligero repunte entre las mujeres que no gustaban del arranque manual del motor del Ford T.
Para 1959, Renault introduce al mercado el Dauphine, que tenía un sistema de 36 Volts con una autonomía de 64 km y una velocidad tope de 60 kms/hr. Fue hasta 1966 que GM –que continuaba experimentando con los autos eléctricos- lanza el Electrovair II con sus peculiares baterías de Plata-Zinc que desarrollaba 115 hp.
Más en Motorbit: Nuevo Mercedes-Benz Clase E 2017 es la estrella alemana
Su velocidad tope era de 128 kms/hr. Un año después, American Motors Corporation agregó en su prototipo Amitron el Kinetic Energy Recovery System, el tatarabuelo de los sistemas de frenado regenerativo.
LA ACTUALIDAD
Los autos eléctricos se han desarrollado desde su inicio gracias a la fusión de progresos técnicos en diferentes ámbitos y desde 1992, año en que Martin Eberhard, co- fundador de Tesla Motors aplicó baterías de ácido-Plomo en el T Zero, más ligeras y con mayor densidad de energía consiguiendo un 0 a 100 kms/hr de 3.7 segundos, comprobó al mundo que estos autos pueden provocar su descarga de adrenalina.
En la actualidad, prácticamente todas las armadoras cuentan, dentro de su portafolio, con un modelo eléctrico. Con esto buscan impulsar este tipo de movilidad, lamentablemente limitada al día de hoy por la forma y el tiempo de recarga.
CUÉNTANOS…
¿Qué consideras que hace falta para la popularización de los autos eléctricos?
¿Crees que sean los autos del futuro?