Philippe Croizon: un piloto sin límites
El intrépido francés que nadó 5 canales continentales, con sus brazos y piernas amputadas, ahora se prepara para correr el Dakar
Con 27 años de edad, en 1994 Philippe Croizon recibió una descarga de 20.000 voltios en su cuerpo durante 20 minutos mientras arreglaba una antena en el techo de su casa. Este hecho lo dejó con graves quemaduras, además sus brazos y piernas tuvieron que ser amputados. A pesar de la larga y complicada recuperación por la que tuvo que pasar, sus ganas de vivir se mantuvieron intactas. Esta fuerza fue la que lo llevó a cumplir su meta de cruzar a nado de continente a continente 5 veces, iniciando con la travesía en el canal de la Mancha y luego con el estrecho de Gibraltar, Estrecho de Bering, Mar Rojo y Papuasia.
No contento con haber logrado estos retos, se propuso otra meta, correr en el Dakar. Philippe es un apasionado de los deportes de motor, no se pierde nunca el Gran Premio de F1 en Magny-Cours y pensó, con la tecnología de hoy en día por qué no probar. Su familia lo apoya, pero el lograr que la directiva del Dakar acepte fué lo más complicado. “El primer reflejo, normal y humano, era responder: » No, esto no es posible, no se puede hacer el Dakar …» En mis otros desafíos , ya , el 99 % de la gente me dijo que no era posible . Pero hay un 1% que cree y el 1% , que me llevará a la victoria. Después de que Etienne Lavigne (Director del Dakar) me dijo que no, nos reunimos para almorzar en París. Hablé con él durante 40 minutos , le expliqué todo y al final sólo me dijo: «¿Necesita algo?» Encabezando la lista había una carta de apoyo . Y él la escribió, comprendió que yo soy alguien decidido”, cuenta Philippe.
Ya cuenta con un buggy con un motor Nissan V6, el cual se encuentra en proceso de adaptación en manos de Yves Tartarín (ex piloto de Dakar). Su muñón derecho encaja en una adaptación de cuero unida a medida a un joystick, el cual acelera si es empujado hacia adelante, frena hacia atrás y activa la dirección al moverlo al lado derecho o izquierdo. Con su muñón izquierdo, Philippe podrá activar una serie de botones que le permitirán cambiar de marcha, poner retro, accionar los faros, las intermitentes y el limpiaparabrisas. Además de todas las adaptaciones, Philippe tendrá un copiloto y un segundo coche (un V8 4×4 con Yves Tartarín y un copiloto), el cual lo seguirá todo el tiempo por seguridad. Su copiloto, no sólo tendrá que ayudarle a navegar, además le ayudará a subir y bajar del coche, acomodarlo, alimentarlo o darle de beber sobre la marcha, y en caso de que se presente algún problema mecánico en el camino, él tendría que solucionarlo sólo.
“El desafío al que se enfrenta es enorme, pero tiene una mentalidad de acero”, afirma Ives Tartarín, quién además de estar a cargo de la adaptación de su equipo es su preparador. Un centenar de empresas han prometido ya aportaciones para la adaptación y la carrera, esperan que unas 500 empresas aproximadamente se interesen e inviertan en el proyecto. Por ahora tienen un largo camino por recorrer, detrás de preparación física y carreras de prueba para finalmente cumplir el sueño de Philippe, lograr terminar el Dakar en el 2017. “Mi objetivo no es crear marcas de tiempo, mi sueño es empezar y llegar al final. Sabemos que este es un deporte mecánico y que no somos inmunes a los accidentes. Pero todo ha sido planeado para que salga bien. Quiero recuperar la sensación de estar con un equipo y de superarme. Juntos hemos experimentado una locura, para mi eso es el Dakar. Sé que es duro físicamente pero voy a prepararme, como antes de cada aventura”.
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Fuente:
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