Si sumas agua más dióxido de carbono obtienes ... ¡diésel!

audi may. 03, 2015

Audi ha dado otro gran paso adelante en el desarrollo de nuevos combustibles que, contabilizando desde su producción hasta el momento en que los gases de la combustión salen por el escape, tienen unas emisiones de dióxido de carbono (CO2) neutras: la planta piloto de Dresden, Alemania, ha comenzado la producción del combustible sintético Audi e-diesel.
Después de una fase de puesta en marcha de cuatro meses, esas instalaciones de Dresden han comenzado a producir su primera partida de combustible diésel sintético de gran calidad.

La corporación tecnológica sunfire de Dresden es socia del proyecto de Audi y se ocupa del funcionamiento de la planta. Dicha planta funciona según el principio “power-to-liquid” (PtL) y utiliza energía verde para producir un combustible líquido. Las únicas materias primas que se necesitan son el agua y el dióxido de carbono. El CO2 utilizado lo suministran unas instalaciones de biogás. Además, inicialmente una parte de ese CO2 que se necesita se extrae como una captura directa del aire del ambiente, una tecnología de Climeworks, el socio tecnológico de Audi con sede en Zúrich.

La producción de Audi e-diesel implica varios pasos: primero, el agua calentada para formar vapor se descompone en hidrógeno y oxígeno, a través de un proceso de electrolisis a alta temperatura. Este proceso, para el que se necesita una temperatura superior a los 800 grados centígrados, es más eficiente que las técnicas convencionales porque, por ejemplo, se recupera energía del calor. Otra característica especial de la electrolisis a alta temperatura es que se puede utilizar de forma dinámica, para estabilizar la red eléctrica cuando se producen picos de energía verde.
En el paso siguiente, el hidrógeno se transforma con el CO2 en reactores de síntesis, de nuevo bajo presión y a alta temperatura. El producto de dicha reacción es un líquido formado por compuestos de hidrocarburo de cadena larga, conocido como crudo azul. La eficiencia del proceso global, desde la energía renovable hasta el hidrocarburo líquido, es muy alta, alrededor de un 70 por ciento. De forma similar al petróleo, el crudo azul se puede refinar para obtener el producto final, el Audi e-diesel.

Este combustible sintético no contiene azufre ni hidrocarburos aromáticos y su número de cetano es elevado, lo que significa que es fácilmente inflamable. Como han demostrado las pruebas en laboratorio llevadas a cabo por Audi, se puede mezclar con el diésel de origen fósil o, por el momento en modo de ensayo, puede utilizarse como único combustible, sin combinar con otros.
El Ministerio Federal de Educación e Investigación está apoyando el proyecto sunfire, que se inició en mayo de 2012. Los trabajos de construcción de las instalaciones de Dresden- Reick comenzaron en julio de 2013 y la planta se puso en marcha el 14 de noviembre de 2014. La planta está preparada para producir más de 3.000 litros de Audi e-diesel durante los próximos meses.
Para demostrar su viabilidad en el uso diario, la ministra federal de Educación e Investigación de Alemania, Johanna Wanka, utilizó los primeros cinco litros en su auto oficial, un Audi A8 3.0 TDI clean diesel quattro. “Este diésel sintético, elaborado utilizando CO2, es un enorme éxito para nuestras investigaciones sobre sostenibilidad. Si podemos hacer un uso generalizado del CO2 como materia prima, haremos una contribución crucial para la protección climática y el uso eficiente de los recursos, además de poner los fundamentos de la ‘economía verde’ en el lugar que corresponde”, declaró Wanka.

Vale recordar que Audi trabaja desde 2009 en el desarrollo de combustibles neutrales desde el punto de vista del CO2 (Audi e-fuels). La planta de Audi e-gas en Werlte, Baja Sajonia, ya produce este combustible (metano sintético) en cantidades importantes. Los conductores del Audi A3 Sportback g-tron pueden repostar el metano sintético con una tarjeta de combustible especial. Audi también está llevando a cabo investigaciones conjuntas con la empresa francesa Global Bioenergies, para la fabricación sintética de gasolina. En otro proyecto, Audi ha unido sus fuerzas con la compañía norteamericana Joule, que utiliza microorganismos para producir los combustibles sintéticos Audi e-diesel y Audi e-etanol.

Fuente: Audi

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