Vauxhall Prince Henry: el primer deportivo, a subasta
Fabricado en 1914, el Vauxhall Prince Henry Sport Torpedo es considerado como el primer auto deportivo de la historia. Un ejemplar único, con considerable uso, que todavía conserva piezas originales fue subastado por Bonhams recientemente.
Hablar hoy de autos deportivos es más que común. Pero hace cien años, recién estaban apareciendo. El precursor de esta idea fue el Vauxhall Prince Henry Sport Torpedo, fabricado en 1914. Recientemente, la casa de remates londinense Bonhams subastó este particular modelo clásico, que durante todo este tiempo fue utilizado por cuatro dueños diferentes. El nuevo titular, un entusiasta de los autos clásicos, pagó 615.000 euros para quedárselo en su cochera.
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Vauxhall Prince Henry Sport Torpedo: el primer deportivo
Vauxhall se fundó en 1897, pero creó su primer automóvil recién en 1903. Poco después, sus modelos tomaron gran relevancia en las carreras automovilísticas. Sin embargo, el primer deportivo de calle fue diseñado por Laurence Pomeroy, un reconocido ingeniero inglés de la época, que revolucionó la tecnología de los vehículos que fabricaba Vauxhall hasta ese momento. Pomeroy, también fue piloto de automovilismo al mismo tiempo que diseñaba para esta marca inglesa. Gracias a él nació el Prince Henry Torpedo Sport.
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El motor encargado de transmitir las primeras sensaciones deportivas detrás del volante contaba con 4 litros de cilindrada y cuatro cilindros en línea, llegando a desarrollar hasta 130 km/h de velocidad máxima, impresionantes para la época. La versión Torpedo era la más cara, costando en aquel momento 605 libras, incluyendo las llantas de rayos Rudge y la instalación eléctrica de luces exteriores. La marcha eléctrica era un opcional.
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Vauxhall Prince Henry Sport Torpedo, a subasta
La unidad subastada por Bonhams fue fabricada en 1914, y adquirida inicialmente por un empresario, T.W Badgery. En 1931 su odómetro marcaba 225.000 kilómetros, y recién en 1945, el hijo de Laurence Pomeroy pudo comprar el auto y disfrutarlo durante los 21 años siguientes. En 1966, Nick Ridley, una persona cercana a los Pomeroy, lo adquirió, y unos cuatro años después lo vendió.
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Pese al exhaustivo uso de los primeros años y a su antigüedad, el vehículo funciona correctamente, ya que antes de ser subastado, el Prince Henry Torpedo Sport fue sometido a una prueba de 50 kilómetros, con el objetivo de analizar su estado general.
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