Las muertes más recientes en la Fórmula 1
El automovilismo siempre ha ido de la mano con el peligro. En el caso de la Fórmula 1, incluso con la evolución e implementación continua de las medidas de seguridad, el riesgo que los pilotos viven en todo momento no deja de ser latente.
A lo largo de sus 66 años de historia, la Máxima Categoría del deporte motor ha vivido momentos amargos, al ser testigo de la desaparición física de varias promesas, o participantes consagrados, en diferentes circunstancias.
Extraoficialmente, 35 pilotos han fallecido derivado de accidentes durante los fines de semana de Grandes Premios puntuables y no puntuables del Campeonato Mundial, ya sea en prácticas, clasificaciones o carreras, reclamando la vida de estrellas como Pedro Rodríguez, Mark Donohue, Ronnie Peterson y François Cevert; ocho ocurrieron en las actividades de las “500 Millas de Indianápolis” cuando formó parte del calendario (1950 a 1961).
Estas son las fatalidades que han ocurrido en tiempo reciente.
GILLES VILLENEUVE (1982)
La temporada de Fórmula 1 de 1982 fue una de las más extrañas de las que se tenga memoria: desde un campeón que se consagró con una sola victoria (Keke Rosberg) hasta la guerra de poderes de las entidades existentes (FISA y FOCA) que derivó en boicots de los pilotos.
Así llegó el 8 de mayo. Villeneuve, uno de los ídolos máximos de Canadá y considerado uno de los futuros monarcas del Gran Circo, salió a practicar al trazado de Zolder, en Bélgica; quedaban ocho minutos para el final de la clasificación, pero al llegar a la curva Terlamenbocht, un contacto con el March de Jochen Mass provocó que su Ferrari 126C2 saliera por los aires. El cuerpo del canadiense salió expulsado del monoplaza y pegó en un poste.
A pesar de los esfuerzos de los médicos por reanimarlo, lesiones en su cuello y tallo cerebral le provocaron la muerte esa misma noche. Se recuerda también que dos semanas antes, en San Marino, se había involucrado en una polémica con su coequipero, el francés Didier Pironi, quien ignoró las órdenes de sus superiores y lo superó en la última vuelta para, de esta forma, llevarse la victoria. El canadiense no volvió a hablarle.
RICCARDO PALETTI (1982)
La seguridad en la Fórmula 1 seguía siendo tan endeble en la época que situaciones aparentemente simples podían, en instantes, convertirse en tragedias evitables.
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En este contexto, se llevó a cabo el Gran Premio de Canadá, el 13 de junio de 1982, cinco semanas de lo ocurrido con Villeneuve. De nueva cuenta Pironi fue protagonista, ya que al largar en la pole, su máquina se quedó detenida cuando las luces rojas se apagaron. Casi todos sus rivales lo esquivaron mientras avanzaban, a excepción de uno.
Riccardo Paletti, graduado de la Fórmula 2 Europea quien solo había arrancado con éxito en uno de sus siete intentos previos, no pudo maniobrar a tiempo e impactó en la zona trasera del vehículo del francés; sin embargo, el desarrollo de los monocascos de fibra de carbono no era tan efectivo en una escudería tan modesta como Osella, por lo que el golpe lo dejó inconsciente.
Pironi y el Dr. Sid Watkins se acercaron para atenderlo, pero en segundos, el combustible esparcido provocó un incendio, con el italiano dentro del habitáculo; sus heridas y falta de respiración derivaron en su fallecimiento, dos días antes de cumplir 24 años.
RONALD RATZENBERGER (1994)
La evolución de los monocascos y la importante influencia de la tecnología de los años 90 hizo que, a pesar de los accidentes espectaculares que se suscitaban de cuando en cuando, los involucrados salían por su propio pie o, a lo mucho, con alguna lesión.
No obstante, el tercer Gran Premio de Fórmula 1 en 1994, que se celebraba en San Marino, vivió circunstancias anormales. El día viernes, un espectacular choque de Rubens Barrichello con Jordan lo dejó con el susto, una nariz rota y un brazo lastimado.
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30 de abril. Sábado, día de las últimas clasificaciones. Ronald Ratzenberger, veterano de Le Mans pero que era debutante en el serial con Simtek, no pudo virar en la curva Villeneuve al tener su alerón delantero roto, por lo que a más de 300 km/h terminó en una pared de concreto que lo dejó con una fractura de cráneo basal.
El austriaco fue declarado muerto poco después, siendo la primera fatalidad en un coche de F1 desde Elio de Angelis en su test en Paul Ricard, Francia, 10 años antes.
AYRTON SENNA (1994)
El ambiente en el Autódromo de Imola era muy extraño mientras comenzaba el mes de mayo, cuestión que incrementó tras una colisión múltiple en el arranque de la carrera, que involucró a JJ Letho y Pedro Lamy, en la que nueve aficionados sufrieron heridas menores por las autopartes que salieron disparadas.
Al reanudar las acciones, Ayrton Senna contuvo la presión de Michael Schumacher, pero al llegar a la Curva Tamburello, en la séptima vuelta, pegó con la pared, lo que le provocó una muerte casi instantánea, derivada de la incrustación de una barra de torsión en el visor de su casco.
¿Las causas? Se han manejado varias a través de los años, desde la rotura de la columna de la dirección, que fue aceptada por la Fiscalía Italiana en un juicio que duró por 13 años contra el diseñador del FW16, Patrick Head, y el propietario Frank Williams, hasta una supuesta pinchadura o un simple extraño del coche, muy dependiente de la aerodinámica y de los radios de giro en cada variante.
Lo cierto es que el hombre considerado como “el mejor piloto de la historia” se había convertido en mito.
JULES BIANCHI (2014-2015)
Pasarían 20 (o 21) años para volver a ver una muerte relacionada con una competencia de la Fórmula 1, en una situación que permanece en la controversia por el manejo confuso de la toma de decisiones de los comisarios de la FIA.
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Suzuka, 5 de octubre de 2014. Los remanentes del Tifón Phanfone hicieron que las condiciones climáticas de la región de Nagoya fueren complicadas; aún así, el Gran Premio de Japón no se canceló, pero tras arrancar detrás del Safety Car, hubo una bandera roja durante 20 minutos. Al reiniciar, las hostilidades fueron relativamente normales, al haber bastante acción entre y detrás de la dupla de Mercedes y solo registrarse el abandono de Fernando Alonso, cuya Ferrari se averió.
Vuelta 43, Adrian Sutil se despistó en la Curva Dunlop, a causa del aquaplanning, pegando con la barrera de neumáticos. En lugar del auto de seguridad, solo aparecieron dobles banderas amarillas, pero mientras la lluvia empeoraba, Jules Bianchi perdió el control de su Marussia en la misma zona, impactando con la grúa que removía el bólido del alemán.
Nacido en Niza, Francia, miembro de la Academia de Pilotos de Ferrari y valorado como futuro integrante de la casa de Maranello, sufrió una lesión axonal difusa ante el golpe que, días después, dio la vuelta al mundo gracias a un videoaficionado. Más de nueve meses después, el 17 de octubre de 2015, falleció en su ciudad natal.
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