Volante de Fórmula 1: así cambió en seis décadas
Desde los primeros, fabricados con aluminio y madera, hasta los actuales, de fibra de carbono y formato poco convencional, el volante de Fórmula 1 es una muestra de la evolución tecnológica de la categoría avanzada del automovilismo deportivo mundial.
¿Qué es lo primero que un piloto profesional tuvo, tiene y tendrá frente a su vista? Evidentemente, el volante es una pieza fundamental en un auto de carrera. Sus extremidades superiores estarán centradas en la correcta utilización de este ortodoxo elemento para direccionar las ruedas del monoplaza. Te contamos cómo evolucionaron los volantes de F1 en seis décadas de historia.
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Volante de F1: sus orígenes
Como es de suponer, durante los últimos sesenta años los automóviles de la Fórmula 1 han avanzado técnicamente de manera permanente. Todos los componentes de un los monoplaza de esta categoría se han transformado, pero algunos en mayor medida que otros. El volante de dirección, ha sufrido de las actualizaciones más palpables.
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Allá por 1957, los volantes eran rudimentarios elementos circulares de aluminio, con el aro revestido en madera, similar al de muchos vehículos deportivos de aquellos años. En sólo una década de avance, el cockpit del vehículo vio reducido su tamaño, por ende los volantes tuvieron que adecuarse, reduciendo su diámetro. También, el grip de estos se ensanchó, para un mejor tacto, y todos comenzaron a ser tapizados con cuero.
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En 1970 se empezaron a ver los primeros switch eléctricos integrados, mientras que unos años después incorporaron la tecnología de liberación rápida, para facilitar el descenso del vehículo. Durante esa década los revestimientos de cuero comenzaron a ser reemplazados por suede, un material tipo gamuza sintética que evita patinamientos.
Volante de F1, la actualidad
Durante los últimos años, la tecnología hizo que al simple volante se le adosaron múltiples comandos. Durante los noventa, se incorporaron las levas para el pasaje de marchas, comandos de embrague, cronómetros, paneles digitales con información, múltiples teclas y hasta comandos para modificar el balance de frenos, mapeos de motor, injerencia del control de tracción, diferencial autoblocante, luces o comunicación.
Los actuales volantes de F1, realizados completamente con fibra de carbono, son prácticamente una pequeña computadora que se encarga de administrar muchas de las funciones entre piloto-máquina. Aunque mantienen la función principal, ideada prácticamente con la creación del automóvil: la de permitir doblar en cada curva.
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